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Americano, Por Favor
Aurelia Hilton


Me llamo Alana y soy camarera. Tengo un problema en el trabajo. Verás, normalmente, no se supone que salgamos con clientes. Tienes que tratarlos a todos de la misma manera. Me gusta pensar que soy buena en esto. Al menos, lo era. Hace unos meses, un hombre llamado Ben empezó a venir cada mañana a tomar un café, Americano. Se comportaba con tanta confianza y siempre estaba bien vestido. Empezó a gustarme mucho y esperaba que viniera. A veces, fantaseaba con él en el trabajo. Una parte de mí cree que está más interesado en mi compañera de trabajo. No puedo evitar ponerme celosa cuando ella empieza a coquetear con él. Me llamo Alana y soy camarera. Tengo un problema en el trabajo. Verás, normalmente, no se supone que salgamos con clientes. Tienes que tratarlos a todos de la misma manera. Me gusta pensar que soy buena en esto. Al menos, lo era. Hace unos meses, un hombre llamado Ben empezó a venir cada mañana a tomar un café, Americano. Se comportaba con tanta confianza y siempre estaba bien vestido. Empezó a gustarme mucho y esperaba que viniera. A veces, fantaseaba con él en el trabajo. Una parte de mí cree que está más interesado en mi compañera de trabajo. No puedo evitar ponerme celosa cuando ella empieza a coquetear con él. Pasé meses así. Veía a Ben entrar y coquetear con mi compañera de trabajo, mostrándole su deslumbrante sonrisa. Es tan injusto. Todo el tiempo que está pidiendo, hay una sensación de hundimiento en mi pecho. Después de que se vaya, me paso otro día sintiéndome mal. No tengo suerte con el amor. Entonces, de la nada, Ben me demuestra que estoy equivocada. Quiere llevarme a una cita. Pero.... hay algo en sus ojos. Está tratando de ser un caballero, pero puedo ver lo que quiere hacerme. Me dan escalofríos cuando pienso en ello. Hay hambre en su voz. Puedo sentir sus ojos ardiendo a través de mi ropa. Su deseo hace que le cueste respirar. ¿Cómo va a ir esto? ADVERTENCIA: Este libro es parte de la novela romántica de Aurelia Hilton, caliente, sexy y vaporosa… Las cosas se pondrán calientes y vaporosas… Descubre lo que pasa cuando un hombre necesita que su lujuria se cumpla… ¡porque es salvaje!





Aurelia Hilton

Americano, Por Favor




AMERICANO, POR FAVOR




AURELIA HILTON




Traducido por ARTURO JUAN RODRГЌGUEZ SEVILLA


UN AMERICANO, POR FAVOR.

UN CALIENTE Y VAPOROSO ROMANCE DE AURELIA HILTON

NOVELA CORTA LIBRO 7

Por Aurelia Hilton




2019В AURELIA HILTON


Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginaciГіn del autor o se utilizan de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, negocios, compaГ±Г­as, eventos o locales es totalmente coincidente.

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CAPГЌTULO 1


—"¡Buenos días, Ben!" sonrió Layna, dándome mi taza de café matutino. "Americano, como siempre", sonrió.

–"¡Gracias, Layna!", Ben le devolvió la sonrisa.

–“¿Cómo ha sido tu mañana hasta ahora?" Preguntó ella, volviendo a limpiar los mostradores del café donde trabajaba.

–"Genial, en realidad tenía unos minutos extra esta mañana antes de entrar en mi primera reunión! ¿Qué hay de ti?" preguntó Ben.

–"Maravillosa como siempre." Layna me devolvió la sonrisa.

ObservГ© desde detrГЎs del mostrador cГіmo iban y venГ­an. TratГ© de ocultar el hecho de que estaba mirando, pero era difГ­cil no hacerlo. Ben era uno de nuestros clientes habituales que venГ­a todas las maГ±anas antes del trabajo, y Layna siempre le daba su pedido. Yo solГ­a ser la que le daba su cafГ© todas las maГ±anas hasta que ella empezГі a trabajar allГ­ y los dos empezaron a coquetear entre sГ­. Luego, se convirtiГі en su "cosa" todas las maГ±anas, donde ella tenГ­a su cafГ© ya preparado para cuando Г©l entrara por la puerta, lo que creo que hacГ­a que Ben sintiera que estaba siendo atendido. Odiaba estar celosa de todo, pero lo estaba. Tal vez si no fuera tan tГ­mida, serГ­a yo la que coquetearГ­a con Г©l todas las maГ±anas y le darГ­a su cafГ©, pero no.

MirГ© hacia abajo a la mГЎquina que estaba frente a mГ­ cuando empecГ© a hervir al vapor un poco de leche para el cliente que estaba sirviendo. Cuando lo hice, oГ­ el timbre del telГ©fono desde atrГЎs. "Layna, Вїpuedes contestar?"

–"¿Puedes hacerlo, Alana? Odio hablar con los distribuidores por teléfono. "¡Nunca sé qué información me piden!"

SuspirГ© y dejГ© la bebida en la que estaba trabajando. "Bien, entonces, termina esto", dije. EmpecГ© a entrar en la habitaciГіn de atrГЎs mientras Layna se reГ­a y pasaba a la bebida en la que estaba trabajando.

PensГ© en Ben viГ©ndola pavonearse de sus cosas durante todo el camino, e inmediatamente sentГ­ un nudo en mi estГіmago. Me sentГ­ tan mal que despuГ©s de tanto tiempo de servirle y de lo amigables que nos habГ­amos vuelto, Г©l pudo olvidarse de mГ­ de esa manera. Me lo saquГ© de la cabeza mientras contestaba el telГ©fono y hablaba con el distribuidor del otro lado que querГ­a saber cuГЎnto cafГ© necesitГЎbamos para la prГіxima semana. PasГ© la orden y luego colguГ© el telГ©fono y me sentГ© en un taburete en el ГЎrea de almacenamiento por un momento. Me pareciГі tan tonto que estaba molesta por algo tan trivial: no es como si Ben y yo hubiГ©semos tenido algo mГЎs que unas cuantas grandes conversaciones por la maГ±ana antes de que se fuera a trabajar. Es que los hombres como Г©l no suelen mirar a las mujeres como yo, y en ese momento sentГ­ que yo era tan importante. SГ© que no deberГ­a basar mi importancia o mi valor en un hombre, pero el hecho de que dejara de prestarme tanta atenciГіn cuando ella estaba cerca me dolГ­a. SentГ­a que el hecho de que no era lo suficientemente bueno estaba siendo reforzado, y eso hacГ­a que trabajar en el turno de la maГ±ana con los dos alrededor fuera mucho mГЎs desafiante.

DespuГ©s de unos minutos de hacer mi propia fiesta de lГЎstima, dejГ© el almacГ©n y volvГ­ al suelo. Ben se inclinГі hacia el mostrador de nuevo, hablando con Layna. "Hola Alana, siento no haberte saludado antes. ParecГ­as ocupada". Dijo Г©l, sonriendo a mi manera.

–"No te preocupes, tú también pareces muy ocupado", le contesté, tratando de mantener la calma.

–"¡Lo estoy! Es un gran día para nosotros en la oficina hoy, un gran tiburón de Wall Street viene a tratar de llegar a un acuerdo. Yo y mi pareja estamos en ello, así que necesito que las cosas vayan realmente bien", dijo, cruzando los dedos.

–"Lo harán, estoy segura de ello." Sonreí. Volví a tomar órdenes y a preparar bebidas, y Ben terminó su conversación con Layna antes de sentarse en una mesa para terminar su Americano.

Layna siguiГі tomando Гіrdenes y atendiendo a la clientela de la maГ±ana, y en algГєn momento, Ben se fue sin que ninguno de nosotros lo supiera. Siempre me di cuenta cuando se fue, pero no sГ© si Layna lo hizo. Desde donde yo estaba sentada, no parecГ­a que ella se preocupara mucho por Ben, mГЎs allГЎ del hecho de que era divertido bromear con Г©l por la maГ±ana. Sin embargo, la forma en que la mirГі demostrГі que no era totalmente inocente, al menos no a sus ojos. Para ayudarme a superar el dГ­a, empecГ© a concentrarme por completo en el trabajo que estaba haciendo y en la mГєsica que estaba tocando.

Antes de que me diera cuenta, las horas habГ­an pasado y ya casi era hora de irme a casa. Unos cuarenta y cinco minutos antes de que me fuera, Ben volviГі a la cafeterГ­a. Esta vez, Layna estaba en su hora de almuerzo, asГ­ que yo era la Гєnica que estaba allГ­ para servirle, asГ­ que lo saludГ© en el mostrador. "ВЎOye! ВїRegresaste tan pronto?" SonreГ­.

–"¡Sí! Ha sido un día largo y tuve un descanso entre mis reuniones, así que pensé en venir a tomar otro café", dijo, sacando su billetera.

–"Oh, qué bien", dije. ¿"Americano"? Le pregunté.

–"Puedes apostarlo." Sonrió, tirando un billete de cinco dólares sobre el mostrador.

Le entreguГ© el total y le devolvГ­ su dinero, e inmediatamente dejГі caer el dinero en nuestra taza de propina. "Enseguida", le dije.

–"¡Hace tiempo que no me preparas el café! Empezaba a preguntarme si ya no te caía bien". Ben sonrió con suficiencia.

–"¡Por supuesto! ¿Por qué no lo haría?" pregunté, sintiendo las mariposas arrastrándose hacia mi estómago una vez más.

–"Bueno, ya no me hablas por las mañanas." Se encogió de hombros.

–"Oh, pensé que preferías cuando Layna te servía, ya que ustedes dos bromean tanto." Sonreí, dándole su taza de café.

–"Nosotros también solíamos bromear mucho, si te acuerdas." Sonrió, rozando mi mano mientras me quitaba su café.

–"Lo recuerdo." Sonreí, sosteniendo su contacto visual por un momento.

–"Bueno, ¿entonces? ¿Por qué te detuviste?" Preguntó.

–"Acabo de decírtelo, Ben", dije, ruborizada.

–"Bueno, siento que no te he visto mucho últimamente. Déjame invitarte a cenar esta noche, vamos a ponernos al día", dijo él.

Mi estГіmago hizo un sonido de aleteo mientras consideraba lo que acababa de preguntar. "ВїCena, como una cita?" Le preguntГ©, burlonamente.

–"Sí, como una cita", dijo Ben, en un tono sin emoción.

–"Oh. Sí, me gustaría." Yo respondí. En este punto, podía sentir mi cara sonrojada mientras una abrumadora emoción recorría mi cuerpo.

–"Genial, envíame tu dirección y te recogeré. ¿Las 8 de la tarde es buena hora para ti?" Preguntó, sacando un bolígrafo de su bolsillo y anotando su número en una servilleta.

–"Claro, a las 8 de la tarde está muy bien." Estuve de acuerdo, tomando la servilleta.

–"Bien. Ahora, tengo que volver a mis reuniones. Nos vemos esta noche, entonces." Sonrió Ben, dirigiéndose hacia la puerta.

–"Nos vemos esta noche". Yo le devolví la sonrisa.

Cuando la puerta se cerrГі detrГЎs de Г©l, me di la vuelta y me recostГ© contra el mostrador, deteniГ©ndome un momento para recuperar el aliento. ВїRealmente acaba de pasar? ВїBen acaba de invitarme a salir? Estaba segura de que estaba mГЎs interesado en Layna, sobre todo porque los dos parecГ­an llevarse tan bien cada dГ­a. ВїEstaba siendo tonta y comportГЎndome de una manera que lo alejaba, o que hacГ­a que pareciera que no me importaba? Una sensaciГіn de conmociГіn y emociГіn recorriГі mi cuerpo mientras trataba de darle sentido a lo que acababa de suceder. Mientras me recuperaba de la excitaciГіn, Layna apareciГі por la espalda y seГ±alГі la servilleta detrГЎs de mГ­. "ВїQuГ© es eso?", preguntГі.

–"Oh, el número de Ben. Vamos a ir a cenar esta noche." Dije, tímidamente. No tenía ni idea de si realmente le gustaba o si simplemente coqueteaba con él, así que no sabía cómo respondería.

–"¿De verdad?" Preguntó, con las cejas en alto.

–"Sí…" Dije, dejando que mi voz se ahogara hacia el final.

–"¡Oh, Dios mío, por fin!" sonrió ella, su cara brillando intensamente.

–"¿Qué?" Le pregunté, confundida.

–"¡Chica! Ha estado enamorado de ti durante tanto tiempo que me preguntaba por qué ya no tomabas su café y yo asumía que era porque no querías salir con un cliente o algo así. Siempre actuaste de forma tan extraña con él, así que pensé que no te gustaba para nada. ¿Sabes lo difícil que fue cubrir eso? Espera, ¿te gustó todo este tiempo?" Preguntó ella. Me detuve por un momento, asimilándolo todo.

–"¡Sí! Pensé que era tan lindo, pero supuse que ustedes dos tenían algo, así que no quería hablar con él". Lo admití, sintiéndome avergonzada por todo esto.

–"¡No! Alana, pensé que lo estabas evitando a propósito, así que seguí tratando de mantenerlo distraído de ti para que pudieras hacer tu trabajo. ¡Chica, pensé que te estaba haciendo un favor! ¡Oh, Dios mío, esto es tan emocionante! Apuesto a que es tan feliz!" Una sonrisa se apoderó de mi rostro al darme cuenta de que durante los últimos meses estaba molesta y decepcionada por todo, en realidad todo fue un malentendido.

Entonces, la pura confusiГіn se instalГі. "Espera, Вїpor quГ© pensaste que no me gustaba?" Le preguntГ©. "Bueno, cuando empecГ© a trabajar aquГ­ me pediste que cumpliera su pedido una vez porque estabas ocupada y habГ­as estado actuando de forma extraГ±a con Г©l. PensГ© que querГ­as que lo ayudara para que no te molestara. ВЎIncluso empecГ© a prepararle el cafГ© antes de que llegara todas las maГ±anas para que no te quedaras atascada sirviГ©ndole! SГ© que puede apestar sentirse atrapada en esas situaciones, no querГ­a que te sintieras incГіmoda en el trabajo". Dijo ella.

–"Oh."

–"Supongo que eso realmente funcionó, ¿no? ¡Lo siento mucho! ¡Debería haberos dejado hablar más! ¡Pensé que te estaba ayudando!" Dijo ella.

–"Oye, cálmate." Me burlé, mientras Layna caía en un charco de papilla y culpa frente a mí. "Todo está bien." Sonreí.

–"¡Muy bien! ¡Estoy tan feliz por ustedes dos!" sonrió ella, volviendo al trabajo. Yo también, pensé, sonriendo al número de teléfono de Ben en la servilleta de mi mano.




CAPГЌTULO 2


Cuando mi turno terminГі, le enviГ© un mensaje a Ben, dГЎndole mi direcciГіn. Luego, me puse mis zapatos casuales y me fui del trabajo. Al salir, Layna celebrГі burlonamente mi cita que se acercaba esa noche y me prometiГі que cuidarГ­a del cafГ© el resto de la noche. Me reГ­ y me fui de la tienda para coger el autobГєs a casa. De camino a casa, todo en lo que podГ­a pensar era en cГіmo iba a ser la noche y cГіmo serГ­a salir con Ben. ВїIba a ser un perfecto caballero, o iba a ser totalmente raro fuera de nuestros encuentros habituales en el trabajo? No tenГ­a forma de saberlo. Una parte de mГ­ asumiГі que serГ­a un caballero, pero tendrГ­a un estilo de chico malo basado en lo poco que yo sabГ­a de Г©l. Para ser totalmente sincera, no tenГ­a ni idea de cГіmo serГ­a la noche ni de cГіmo terminarГ­a, pero sabГ­a que estaba abierta a averiguarlo.

LleguГ© a casa a las seis y media de la tarde, con tiempo de sobra para meterme en la ducha y prepararme para nuestra cita. Le habГ­a mandado un mensaje de texto a Ben de camino a casa preguntГЎndole cГіmo debГ­a ser mi atuendo, y me dijo que fuera elegante, asГ­ que empecГ© a prepararme para un restaurante de lujo. En la ducha, me afeitГ© las piernas y me lavГ© el pelo con un champГє con aroma a fresa para que si pasГЎbamos un rato cerca esta noche, como esperaba, Г©l lo oliera. TambiГ©n usГ© mi jabГіn corporal con aroma a fresa y vainilla, que siempre me hizo sentir extra sexy ya que tenГ­a un aroma tan sensual y afrutado. Cuando saltГ© de la ducha, envolvГ­ inmediatamente mi cabello en rodillos y lo sequГ© con cuidado. DejГ© que mi cabello siguiera secГЎndose mientras me maquillaba. Justo cuando estaba aplicando el brillo labial en mis labios, mi telГ©fono sonГі para hacerme saber que habГ­a una alerta en Г©l.

"Por cierto, las bragas sexys serГ­an apreciadas." HabГ­a enviado Ben.

Inmediatamente, me emocionГ© y empecГ© a sentir mariposas elevГЎndose a travГ©s de mi barriga. La idea de salir con Ben era una cosa, Вїpero saber que Г©l tambiГ©n querГ­a intimar conmigo? Eso me tenГ­a excitada. No me malinterpretes, yo no solГ­a ser el tipo de chica que se acuesta con ellos en la primera cita, pero Ben era como un chico de ensueГ±o para mГ­. MentirГ­a si dijera que no me he complacido con la fantasГ­a de que estemos juntos en varias ocasiones. Era tan atractivo y varonil, sin embargo, tenГ­a ese aspecto carismГЎtico y gentil de sГ­ mismo que hacГ­a que una quisiera conocerlo mГЎs.

DesenredГ© lentamente mis rodillos de mi cabello y dejГ© que mis grandes rizos saltarines cayeran alrededor de mis hombros. Me sonreГ­ en el espejo y empecГ© a hacer algunas poses sexys, imaginando lo que serГ­a posar para Ben si estuviera aquГ­ ahora mismo. Luego, por supuesto, me entusiasmГі mГЎs la idea de que me mirara las bragas esta noche, lo que me llevГі a sentirme demasiado emocionada. Me mudГ© al dormitorio donde empecГ© a buscar algo que ponerme. Por supuesto, empecГ© por encontrar el par de bragas y sujetadores mГЎs sexys que tenГ­a y me los puse. AdmirГ© mi reflejo una vez mГЎs al ver lo sexy que me veГ­a con mis bragas de encaje decorando la parte superior de mis piernas y apenas cubriendo mi trasero. TambiГ©n me sonreГ­ al ver lo bien que se veГ­an mis pechos, alcanzando la cima de mi sostГ©n de encaje negro a juego. HabГ­a elegido un sujetador de copas cortadas ligeramente forrado para que mis pechos mantuvieran un rebote natural hacia ellos. Hace mucho tiempo aprendГ­ que no habГ­a nada mГЎs incГіmodo que usar un sujetador push-up en una cita, solo para venir a casa y quitГЎrtelo y hacer que tu cita se diera cuenta de que tus pechos no eran tan redondos o alegres como el sujetador los habГ­a hecho parecer. En estos dГ­as, me gustaba mГЎs lo sexy y lo natural, a menos que fuera a un lugar donde supiera que no me verГ­a desnuda por la otra persona. Esta vez, esperaba que no fuera asГ­.

MirГ© mi telГ©fono y me di cuenta de que ya eran las siete y media de la tarde. Ben terminarГ­a en media hora y yo aГєn no me habГ­a decidido a ponerme un traje de verdad. ComencГ© a hojear la ropa en mi armario, buscando un gran conjunto que fuera a la vez elegante y sexy. La idea de burlarme de Ben durante la cena con mi cuerpo me excitaba mucho, lo que me hacГ­a sentir particularmente sensual. OptГ© por un vestido de cГіctel sin espalda plateado que tenГ­a mangas largas y terminaba justo en ese momento en mi muslo, donde se podrГ­a jurar que lucirГ­a mi trasero si me inclinaba en la direcciГіn correcta. Por supuesto, nunca lo hizo, pero la provocaciГіn siempre estuvo ahГ­ para cualquiera que estuviera conmigo. EmparejГ© mi vestido con un par de zapatos de tiras negras y un bolso negro en el que tirГ© mi billetera, mi telГ©fono y algunas mentas para el aliento por la noche. Entonces, mientras me dirigГ­a a la sala de estar, sonГі el timbre de la puerta.




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